DIETA

La práctica del Yoga incita a llevar una dieta sana y equilibrada invitando a muchos de sus practicantes a abrazar la dieta vegetariana. Pero no es ésta una condición indispensable para obtener los beneficios de la práctica.

Este tipo de alimentación mantiene el cuerpo esbelto, flexible y en conexión con una mente aguda y clara proporcionando el estado más adecuado para la práctica del Yoga.

Una dieta pura y equilibrada es lo más adecuado para mantener cuerpo y mente sanos, aportando armonía y vitalidad. La manera yóguica de comer es, simplemente, la más natural.

Una dieta natural, sana, variada, nutritiva y equilibrada ayuda a que las personas sanasse mantengan en estado óptimo y las que tengan problemas de salud puedan mejorarla. Los alimentos que comemos afectan profundamente a nuestra mente y nuestro organismo. Somos lo que comemos. Por ello, y aunque el principio básico del Yoga invite a la libertad, es recomendable que para lograr una mejor relación entre el cuerpo, mente y espíritu el yogui adopte como alimentación una dieta dieta ovo-lacto-vegetariana.

Estudiar la combinación adecuada de alimentos para conseguir todos los principios que contenga (sin excederse) diariamente aminoácidos completos, es básico. Además se ha de tener en cuenta que la vitamina B12 existe en el alga espirulina y en pocos alimentos vegetales mas, luego será necesario un aporte necesario de esta y la ingesta de todos los minerales y vitaminas en la dieta, en caso de ser vegetariano.

En lugar de seguir la desagradable costumbre de engullir automáticamente, el yoga nos enseña a ir bocado a bocado, tacita a tacita, dando pasos pequeños en la dirección apropiada.

El yoga también distingue entre alimentos tamásicos, rajásicos y sattváticos aunque en las comidas equilibradas los mezclemos. Además el Ayurveda diferencia entre personalidades kapha, pitta y vata. El sentido común, la observación y estudio que hagamos de nosotros mismos nos llevará a elegir los alimentos que mas nos benefician